Utiliza el típico barreño para lavar la ropa a mano e introduce esas prendas malditas que ya huelen que apestan casi sin empezar ni a sudar. Lo malo es que es difícil ser perfectos y no tarda en llegar el día en el que nos hemos dejado la ropa empapada en una bolsa más tiempo del debido o, simplemente, con el uso repetido llega un día en el que la ropa, pese a lavarse, huele mal a los pocos minutos de llevarla puesta ¿Qué podemos hacer?