La temporada 1955/1956 marca el inicio de una era que empezaba a escribirse en un folio tan blanco como su camiseta pero que en un lustro tendría en su poder las mismas ‘copas’ que su jugador más mítico. Hubo una época en la que el blanco era más que el color de una camiseta. Fue la esencia de una elástica inmaculada en la que no había patrocinio.